Cogí la pistola la introduje dentro de mi boca
coloqué la punta del cañón suavemente en mi garganta
La agarré con fuerza puse el dedo en el gatillo
Por un momento me ví a mí misma estaba aquí
en este cuarto de rodillas quitándole las botas
La sonrisa mojada los labios entreabiertos
Pablo García Casado. Las afueras.